¿Por qué o Para qué?

Por lo general el uso de “por qué” no suele ser un problema, sin embargo “para qué” puede generar alguna duda. Usamos “por qué” para expresar el motivo o la razón de algo y “para qué” cuando nos preguntamos por la finalidad de algo y muchas veces aparece asociado al verbo “servir”. Ejemplos:

  1. ¿Por qué no viniste a la fiesta? Porque estuve enferma.
  2. ¿Para qué sirve el censo? Para saber cuántos habitantes hay en la ciudad.

Ahora, ¡practica el diálogo!

“Te estoy diciendo que tenés una gran oportunidad. Las crisis son grandes oportunidades no te tenés que preguntar por qué te pasó esto, pregúntate para qué.” Graduados

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